viernes, 20 de abril de 2012

El "muro" del Guadiato








Tras la ofensiva sobre el Valle de los Pedroches iniciada por Quiepo de Llano a principios de Marzo de 1937 y el rápido contraataque efectuado por el Ejército Popular de la República un mes después, el ejército nacionalista decide reforzar sus posiciones en el Valle del Guadiato con el objetivo de defender la cuenca minera de Peñarroya y sus industrias, por un lado, y evitar molestias en la retaguardia del  cerco madrileño en caso de ruptura del frente en este punto.

De haber dispuesto de los medios materiales adecuados y efectivos humanos de refresco dicha constraofensiva hubiese puesto en serios apuros el fulgurante avance del Ejército franquista, amén de convertirse en el segundo golpe moral a favor de los republicanos, tras  haber frenado el avance sobre Madrid en Noviembre de 1936. Este hecho fue reconocido por los mandos nacionalistas. Tras esta experiencia iniciaron un deliberado plan de refuerzo del frente del Guadiato a nivel general,  bunkerizando puntos estratégicos, como este de Cámaras Altas.

Adaptándose a las caprichosas formas de la roca, en el  cerro protagonista de las fotografías podemos encontrar todo un abanico de construcciones militares, desde refugios antiaéreos,  nidos de ametralladora y  puestos de observación, amén de las sempiternas trincheras.   También un aljibe artificial en el que recoger  agua de lluvia, aspecto éste fundamental, no solo por cuestiones higiénicas sino en caso de asedio de la posición.

La aspereza de la zona serrana de Peñaladrones y Cámaras Altas, con escasos valles y angostos corredores entre montes disuadió a los mandos gubernamentales a la hora de tomar la iniciativa en este punto del frente. De hecho, desde Abril de 1937 hasta el final de la contienda,   este lugar permaneció bastante inactivo desde el punto de vista bélico. Tan solo tuvieron lugar escaramuzas, algún que otro intercambio de disparos de mortero y bombardeos del estratégico ferrocarril minero Peñarroya-Puertollano, interrumpido entre las estaciones de  Cámaras Altas y Minas del Soldado.

Durante la Batalla de Valsequillo o de Peñarroya, según se lean unas fuentes bibliográficas u otras, Vicente Rojo, el General más capacitado de cuantos contaba el Ejército Popular, previó ataques de diversión en esta zona, con el fin de restar fuerzas defensivas al eje Trapera-Sierra Patuda-El Médico, por donde se derramarían las fuerzas republicanas del 5 al 22 de Enero de 1939 en lo que sería el canto del cisne de la República.

1 comentario:

  1. Felicidades por el blog y la investigación sobre el terreno. Saludos a todos,
    Ángel

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